Las obras de la coreógrafa Silvina Grinberg contienen con frecuencia, y en dosis variadas, algo humorístico, algo desconcertante, algo que provoca desasosiego o regocijo. Esta creadora independiente formada en el Taller de Danza del San Martín, trabajó también en marcos oficiales como el TACEC y hace dos años fue invitada a montar una coreografía para el Ballet Contemporáneo del San Martín: Temperamentos fue una muy valiosa obra de corte experimental como lo son por otra parte todas las producciones de esta coreógrafa.

Es necesario definir, al menos en este caso, cómo debe entenderse la palabra experimental. Alguien que haya seguido las diferentes creaciones de Grinberg a lo largo de los años puede comprobar la libertad absoluta con que elige los “materiales de construcción” de sus obras, pero también la rigurosidad con que los organiza. Pareciera que cada idea se pone a prueba a sí misma en el propio seno de la obra y que al mismo tiempo esta acción no parece el producto de un capricho sino de algún tipo de intuición poética.

Si esta es una manera apenas aproximada de describir el lenguaje de Silvina Grinberg, -como ocurre en general cuando se habla de las artes escénicas-, la claridad de sus procedimientos y de su estética se revela nítidamente, una vez más, en El escape del gusano, recientemente estrenada. El núcleo de la obra es la figura del líder, de ese tipo de conductor que concita la admiración ciega, desprovista de toda crítica. Hasta aquí pareciera un contenido difícil de desarrollar en términos de danza y aún lo parecen menos otros temas que aparecen mencionados en el programa: el poder económico, la escalada armamentística, los avances tecnológicos. Sin embargo, con todos esos elementos Silvina Grinberg, que creó El escape del gusano en una colaboración estrecha con los intérpretes, logra amasar un conjunto coherente incluso conservando su carácter casi desatinado; hay además resoluciones espaciales estupendas, que aprovechan las posibilidades escénicas reales de la sala (una ventana, una puerta, una escalera) y una muy buena composición de la banda sonora, hecha por Damián Bursztyn. Y finalmente hay danza, una danza contundente que levanta el espíritu. El elenco está formado por excelentes intérpretes: Mariela Acosta, Josefina Balmaseda, Marina Brusco, Diego Gómez y Ollantay Rojas.

Falcoff, Laura (2018) “Silvina Grinberg y un baile para seguir al líder”. Clarín 07/09/2018.